Si te vuelve loco escuchar el sonido de una gota constante cayendo en tu fregadero, estás en el sitio correcto. Un grifo que gotea es uno de los problemas domésticos más comunes, por suerte también es uno de los más sencillos de solucionar. En esta breve guía encontrarás cómo arreglar un grifo que gotea paso a paso, sin complicaciones.
Con algunas herramientas básicas y algo de paciencia, podrás arreglar tu grifo y dejar de escuchar ese sonido tan molesto. ¡Sigue leyendo y ahorra agua y dinero en 7 pasos!
¿Por qué gotea un grifo?
Antes de buscar solución, debemos conocer el problema que está causando el goteo. Algunos de los problemas que lo pueden estar ocasionando son:
- Desgaste de una junta o arandela: Las juntas y arandelas pueden perder su flexibilidad, dejando de sellar correctamente por el propio desgaste de la goma.
- Cartucho o válvula defectuosa: En los grifos monomandos los cartuchos pueden deteriorarse y provocar fugas; normalmente por la acumulación de residuos.
- Acumulación excesiva de cal: La acumulación de cal, sobre todo en lugares con aguas duras, puede provocar pequeñas acumulaciones que no permiten cerrar el flujo de agua del todo.
- Gran presión del agua: Cuando existe una presión excesiva de agua los grifos pueden dañarse y causar el goteo.
- Piezas mal ajustadas: El uso frecuente del grifo puede provocar que algunas piezas queden sueltas y mal colocadas, provocando así la pérdida de agua.
Herramientas necesarias para arreglar un grifo que gotea
Antes de comenzar con el arreglo debes tener a mano diferentes herramientas que serán necesarias posteriormente:
- Llave inglesa o llave ajustable.
- Destornillador plano o de estrella (según el tipo de grifo).
- Alicates de presión.
- Cinta de teflón.
- Juntas o arandelas de repuesto (compatibles con tu grifo).
- Trapo o esponja.
- Limpiador antical (si es necesario).
Lo más recomendable es llevar la junta vieja a la ferretería para comprar una idéntica o de las mismas características, te ahorrarás posibles problemas en el arreglo.
7 pasos para arreglar un grifo que gotea
1 - Cierra la llave de paso
El primer paso y más importante es asegurarse de mantener la llave de paso cerrada mientras realizas el arreglo. Normalmente, se encuentra debajo del fregadero o lavabo.
Una vez la hayas cerrado compruébalo abriendo el grifo para asegurarte de que no queda agua en las cañerías. Puedes poner un balde de agua o toalla debajo de las tuberías para no mojar la superficie donde trabajes.
2 - Desmonta el grifo
- Retira el embellecedor: Algunos grifos tienen una tapa decorativa que oculta el tornillo de sujeción. Usa un destornillador plano para quitarla con cuidado.
- Desconecta las tuberías flexibles: Ubica las dos tuberías flexibles que conectan el grifo con las tuberías de suministro de agua en la pared. Usa una llave inglesa para aflojar las conexiones y desconéctalas.
- Desenrosca la tuerca de fijación: Debajo del fregadero, localiza la gran tuerca que sujeta el grifo a la encimera o al fregadero. Usa una llave ajustable o una llave de lavabo (especial para espacios estrechos) para desenroscarla. Esta tuerca mantiene el grifo fijo, por lo que puede estar bastante apretada.
- Retira el grifo: Una vez retirada la tuerca, vuelve arriba y tira del grifo hacia arriba. Debería salir fácilmente, liberando la base roscada y los dos tubos flexibles del agujero del fregadero.
3 - Inspecciona las piezas
Una vez tienes desmontado el grifo, fíjate en las piezas internas para poder encontrar el problema. Presta mucha atención a las siguientes piezas:
- Juntas y arandelas: Si se encuentran rotas, endurecidas o desgastadas, probablemente sean la causa de la pérdida de agua.
- Cartucho: Si es un grifo monomando, comprueba que el cartucho se encuentre en buen estado, puede encontrarse desgastado o roto.
- Cal: La acumulación de cal se puede percibir en diversas piezas, desde el propio grifo hasta las tuberías, presta especial atención a restos blancos o verdosos, que pueden estar impidiendo el cierre hermético.
4 - Limpia el interior del grifo
Antes de cambiar las piezas necesarias, asegúrate de que está completamente limpio. Utiliza un limpiador anti cal y elimina cualquier residuo. Si hay una gran acumulación puedes sumergir las piezas en vinagre blanco caliente durante 30 minutos y posteriormente limpiarlas con un trapo.
5 - Sustituye las piezas dañadas
Si una vez que has desmontado el grifo has percibido alguna de las piezas en mal estado, es hora de cambiarlas. Si la pieza dañada es:
- Junta o arandela: Coloca una nueva que sea del mismo tamaño y grosor que el anterior.
- Cartucho: Si el cartucho está dañado cámbialo por uno nuevo del mismo modelo.
Pueden usar cinta de teflón para asegurar un mejor sellado si es necesario.
6 - Monta el grifo de nuevo
Sigue los siguientes pasos para reinstalar el grifo y evitar nuevas fugas:
- Coloca la junta: Coloca la junta tórica en el asiento del grifo, asegúrate de que se encuentre bien alineada y ajustada.
- Coloca los latiguillos: Introduce los latiguillos (las tuberías flexibles) en los orificios correspondientes. Enrosca los extremos superiores en el cuerpo del grifo asegurándote de que estén bien sujetos, pero sin apretarlos en exceso para evitar dañar las roscas.
- Pasa los latiguillos por el tubo: Enrosca el tubo roscado al asiento del grifo desde la parte inferior. Este tubo es el que mantendrá el grifo fijado firmemente al fregadero.
- Coloca la junta y la placa estabilizadora: Si tu fregadero o encimera tiene un grosor entre 1 y 11 mm, coloca la junta y la placa estabilizadora debajo. Esto ayuda a distribuir la presión y asegura que el grifo quede firme y nivelado.
- Para encimeras de 11-50 mm de grosor: En el caso de encimeras más gruesas (entre 11 y 50 mm), es posible que necesites una placa de fijación más robusta o elementos adicionales. Colócalos siguiendo las indicaciones del fabricante para garantizar una sujeción segura.
Consejo: Antes de apretar completamente la tuerca de fijación, asegúrate de que el grifo esté bien orientado y centrado en el fregadero.
7 - Abre la llave de paso y comprueba el funcionamiento
Una vez has instalado de nuevo el grifo correctamente, abre la llave de paso de nuevo y comprueba si funciona correctamente y tiene alguna fuga. Si aún hay fugas, revisa que todas las piezas estén bien ajustadas.
¿Cuándo llamar a un profesional?
Si después de seguir los pasos tu grifo no funciona correctamente y sigue goteando lo más adecuado es llamar a un profesional. A veces intentar arreglarlo de manera autónoma puede agravar el problema si se trata de una avería mayor.
Cómo mantener un grifo en buen estado
Una vez solucionada la avería existen indicaciones para mantener el grifo en buen estado y que no necesite un mantenimiento de este tipo a largo plazo:
- Limpia frecuentemente: Evita la acumulación de cal con limpieza frecuente con productos específicos antical.
- No fuerces el cierre: Procura no cerrar el grifo con demasiado fuera para evitar el desgaste de las juntas.
Instala filtros para la cal: Si resides en un lugar con aguas duras, es preferible instalar filtros para evitar la acumulación de cal. - Revisa periódicamente: El mantenimiento preventivo evita problemas mayores a largo plazo.