Algunos errores comunes en la instalación de grifería pueden pasar desapercibidos al principio, pero terminan generando problemas como falta de regulación, goteos o ruidos molestos. Para los instaladores, conocer estos fallos habituales es clave para ofrecer un trabajo limpio, profesional y sin sorpresas posteriores.
En este artículo descubriremos cuáles son los 5 errores más comunes en la instalación de grifería termostática y como solucionarlos. ¡Acompáñanos!
1 - Termostático sin rango de temperatura
Uno de los fallos más frecuentes es la inversión de las tomas de agua fría y caliente. La señal es muy clara: el grifo termostático pasa de frío a caliente sin un rango progresivo de mezcla. Esto genera que el usuario no pueda regular la temperatura de forma precisa e incida negativamente en su día a día.
¿Cómo solucionarlo?
- Verifica siempre la disposición de las tomas antes de cerrar paredes o embellecedores.
- Consulta el manual técnico para confirmar la posición correcta.
- Si ya has cerrado la instalación y detectas el error, realiza la corrección cuanto antes, evitando dañar revestimientos o piezas.
Este tipo de error es fácilmente evitable con una previsión previa, aunque una vez cometido el fallo se puede solucionar de manera sencilla y casi inmediata.
2 - Problemas en la regulación de temperatura
Cuando un conjunto termostático no regula la temperatura, oscila de fría a tibia y no se consigue subir la temperatura o sale siempre a la misma temperatura, puede deberse a diferentes razones.
Descompensación entre presiones
Cuando la instalación presenta una descompensación de presiones entre tomas de agua, se pueden generar varios problemas en el funcionamiento del grifo termostático.
¿Por qué ocurre la descompensación?
Habitualmente, el agua fría tiene más presión que la caliente. Esto hace que su fuerza supere la resistencia del muelle que mantiene el pistón del cartucho en su posición, desplazándolo y estrangulando la entrada de la otra vía. Como resultado, no se logra el rango completo de temperaturas.
Cómo comprobar la descompensación
Para verificar si existe este problema:
- Utiliza un manómetro y mide la presión de ambas tomas.
- Si detectas un diferencial superior a 1 bar, es necesario actuar para corregirlo.
Soluciones prácticas
Si la toma dominante es el agua fría (AFS):
- Reduce la temperatura del agua caliente (ACS) hasta 50 ºC. Así, el pistón permitirá mayor entrada de ACS.
- Estrangula la llave de paso de la toma dominante (AFS) hasta aproximadamente 2/3 de su apertura total.
- Esta combinación permite que el cartucho abra más el paso de ACS y, al mismo tiempo, controle mejor la fuerza de AFS, recuperando así la regulación adecuada.
Si, en cambio, el agua caliente (ACS) es la dominante:
- Incrementa la temperatura de la caldera hasta 65 ºC para equilibrar las presiones y mejorar la mezcla.
La solución profesional definitiva
Aunque estos ajustes ayudan a resolver el problema de forma temporal, la solución profesional consiste en identificar la causa de la descompensación y corregirla en origen. Se debe tener en cuenta que:
Algunas calderas incluyen limitadores de presión para protegerse, lo que puede generar estos diferenciales.
Ruidos por descompensación de presión
Un efecto adicional de la descompensación, especialmente cuando el agua fría es dominante, son los ruidos durante la mezcla. Estos se intensifican al pasar de agua fría a caliente, indicando el esfuerzo del cartucho por equilibrar presiones.
Exceso de presión
Cuando la presión de red supera los 5 bar, la fuerza con la que el agua entra en el cartucho termostático puede provocar tanto ruidos molestos como problemas de regulación de temperatura.
Cómo identificar un exceso de presión sin manómetro
Aunque lo ideal es comprobar la presión con un manómetro, existen señales claras que pueden alertarte de este problema:
- Si con caudal bajo se percibe más ruido que con caudal medio o alto (aunque el ruido persiste de fondo en todos los casos).
- El ruido se manifiesta tanto en temperaturas frías como calientes.
Pruebas rápidas para confirmar exceso de presión
- Retira el rociador y abre el grifo al máximo caudal, ajustando la temperatura a 38º C.
- Si el ruido desaparece, se descarta exceso de presión en las tomas.
- Si el ruido persiste, abre el lavabo al máximo caudal (tanto en fría como en caliente).
- Si al hacerlo el ruido de la ducha se elimina, es un claro indicador de exceso de presión.
Otra comprobación práctica consiste en abrir el grifo hasta que inicie el ruido y cerrar parcialmente la llave de paso hasta que desaparezca, verificando que el caudal resultante siga siendo suficiente para un uso cómodo.
Solución profesional
Para resolver este problema de forma más adecuada y precisa:
- Verifica con manómetro que las tomas de agua se encuentran por debajo de 5 bar.
- Si la presión está por encima de este rango, instala un reductor de presión en la acometida, ajustándolo entre 3 y 4 bar.
Beneficios de reducir la presión a nivel óptimo
- Elimina ruidos molestos durante el uso.
- Mejora la regulación del termostático y su funcionamiento general.
- Protege los equipos instalados, alargando su vida útil.
- Reduce el consumo de agua y mejora la eficiencia general de la instalación.
Suciedad en el cartucho
Si después de comprobar las presiones el problema persiste, el origen puede estar en el cartucho termostático. La acumulación de impurezas y cal puede bloquear el pistón, limitando su recorrido y afectando la regulación.
Pasos recomendados:
- Desmonta el cartucho con cuidado, limpia su interior y revisa el pistón.
- En modelos como el 1701T (blanco) o el 1703T (negro) la operación toma menos de 10 minutos.
- Si tras la limpieza no mejora, reemplaza el cartucho. La sustitución es sencilla y garantiza recuperación total de su funcionalidad.
Cómo solucionar el problema paso a paso
Limpieza cartucho 1701T(color blanco) y 1703T(color negro)
Proceso para cambio de cartucho y regulación
3 - Goteo en el rociador
En muchas ocasiones se piensa que el goteo del rociador es un defecto o avería, sin embargo, podemos diferenciar entre dos tipos de goteo, que nos darán la clave para saber si es un problema remanente o una avería de verdad.
Goteo puntual
Este goteo ocurre tras cerrar la ducha y es simplemente agua remanente que busca salida debido a la gravedad. Suele aparecer si el rociador no está perfectamente horizontal o si las boquillas tienen restos de cal que rompen la capilaridad.
Solución práctica:
- Comprueba la perpendicularidad de la barra y rociador.
- Limpia las boquillas eliminando cal y residuos.
- Inclina ligeramente el rociador para favorecer un vaciado más rápido.
Goteo continuo
Si el goteo persiste las 24 horas, hablamos de una fuga real. Es posible que el cartucho esté dejando pasar agua constantemente al circuito del rociador.
En este caso:
- Verifica las presiones.
- Desmonta y monta nuevamente el cartucho para asegurarte de su correcta instalación.
- Si no se resuelve, reemplázalo para eliminar la fuga.
4 - Ruidos durante el uso de la ducha
Los ruidos en la ducha no solo son incómodos, también pueden alertarnos de problemas y averías en el producto.
Principales causas
- Exceso de presión: ya explicado anteriormente, genera un zumbido o silbido constante, que se vuelve más intenso en caudales bajos.
- Descompensación de presiones: el ruido aparece especialmente al cambiar la temperatura, como al pasar de fría a caliente o usar el teléfono de ducha. Esto nos indica retención o esfuerzo en el cartucho.
- Suciedad en el cartucho: puede generar vibraciones internas que se transmiten a la tubería y generan ruidos.
Soluciones prácticas
Puedes encontrar las soluciones pertinentes en el apartado 2.
5 - La barra de la ducha se estira
Este problema se produce cuando la barra se afloja o estira debido a la contrapresión interna que se genera si el rociador no evacua correctamente toda el agua que le entra.
Cómo solucionarlo:
- Fija la barra con más firmeza. Usa un pico de loro con un trapo o papel para no dañar el acabado de la pieza.
- Revisa el limitador de caudal del rociador. Si está sucio, límpialo a fondo para restaurar la salida normal del agua.
- Confirma que no se haya eliminado el limitador durante la instalación, en algunos casos se elimina y causa este tipo de errores de uso.
La mayoría de estos modelos están configurados para un caudal de 12 l/min en el rociador y 8 l/min en el mango. Mantener estos valores garantiza un rendimiento óptimo y así evitar sobrepresiones.
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